LA MÚSICA Y LA COMUNICACIÓN

LA MÚSICA Y LA COMUNICACIÓN

LA MÚSICA COMO RECURSO PARA LA COMUNICACIÓN

En el área de musicoterapia consideramos a la música de una manera muy amplia, cada sonido, gesto o movimiento forma parte de un discurso musical.

Cada alumno o concurrente tiene su propia música, sus propios sonidos, y con este bagaje que cada uno tiene entablamos un vínculo, comunicándonos por este medio.

A partir de la exploración sonora, tanto de los instrumentos como de los sonidos y movimientos del propio cuerpo fomentamos la creatividad. Esta exploración creativa permite ampliar los recursos expresivos, permitiéndoles a nuestros alumnos encontrar sus propias maneras de comunicarse, de encontrarse consigo mismos y con los otros.

A medida que esta exploración se va ampliando nos encontramos con nuevos discursos sonoros, que se van modificando, transformando en cada encuentro, posibilitando expresar en cada encuentro nuevos estados anímicos y nuevas formas de expresarlos.

Los instrumentos nos brindan sonidos muy variados, por eso primero es una búsqueda, una exploración, en la que el musicoterapeuta le facilita al alumno la acción de los mismos, ayudándolo y acompañándolo a  descubrir cuáles son los que mejor se adaptan a las características y necesidades de cada uno. Cada instrumento se puede accionar de diferentes maneras, estimulando la motricidad gruesa y fina y la respiración. Pero no sólo se exploran los instrumentos, también se buscan los sonidos que puede hacer la voz, fomentando la expresión vocal como un medio relacionado íntimamente con cada uno y con infinitas posibilidades. Cada gesto sonoro corporal o vocal forma parte de este discurso, que se va configurando de manera espontánea y progresiva.

La percepción de las vibraciones de los instrumentos, de la emisión sonora vocal dentro del cuerpo y del registro del propio cuerpo a partir de estas vibraciones también forma parte de nuestra actividad musical.

Encontramos música en una sonrisa, una mirada, un lamento, un gesto y la compartimos con complicidad.

Cecilia Roverano, Musicoterapeuta y Profesora de música

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